martes, 23 de febrero de 2016

Raíces



A Huelma, mi pueblo



No pretendo hacer rimar elogios sobre Huelma,
ni inventariar leyendas, historias o creencias.
Pues las raíces siempre secuestran promesas
mas la humildad hace equilibrios en ella.


Simplemente haré apología de la esencia
de un pequeño pueblo que se cultivó en la Sierra.
Mágina como vestido de amplios volantes
que resguarda la tradición junto a los ideales.


Huelma es un viejo reloj de bolsillo,
que aguarda el tiempo y rescata la memoria.
A veces con prisa; otras, demasiado lento.
Pero siempre acaricia y despeina las horas.


Los olivos le otorgan un inmenso fuerte,
campos de oro líquido y, a veces, nieve.
Calles con historia, barrios de color cobrizo;
casas, monumentos y recuerdos suspendidos.


Solamente, como decía, encerraré entre versos
mi niñez acunada con matices.
Ya que, más allá de supuestos ilesos,
no hay nada más preciado que conocer tus raíces. 

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