lunes, 16 de mayo de 2016

Silencios de cristal




Deshabito los lugares en los que me hallo
urdiendo entre desgraciadas cenizas.
Vuelvo para reconocer lo que estaba buscando,
regreso al escondrijo, al musgo seco y la savia.
Camino hacia atrás siguiendo mis propios pasos hacia el origen.
Recaigo de nuevo en los mismos temores,
me rindo ante ellos sin apenas poder gesticular.
El camino se me hace eterno y la mirada perdida,
las huellas se asimilan a pétalos marchitos.
Me ubico justo al comienzo de la costura,
maltrecha, descosida y confusa.
El terreno parece firme
pero es solo una ilusión fruto de la sinrazón.
Cabalgo las secuelas y el mar parece evaporarse;
el cielo se cuela en mis pupilas
y las deshace a ras de suelo.
Escucho todo lo que mi alrededor esconde
entre bambalinas y color ocre.
Pero si, por un momento, mi conciencia atisbara el horizonte,
todos mis principios tendrían tu nombre.

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