Septiembre. A mis 32 y cuarto me
has hecho pequeña, derramando mis temores en un vaso de vermut.
Noche.
El verano se acaba y la vida comienza.
Tiempo.
Poco a poco desnudaremos los sujetos omitidos en un baile de intimidades.
Es así. Lo sé. ¿Lo sabes?
Creo en tu fe en el futuro y me gusta cómo suena, cómo se acerca, cómo lo imagino.
Me miras.
Vistes de verdad las paredes y la habitación se hace más grande.
Sonríes.
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