jueves, 22 de octubre de 2020

Diferencias entre ‘Violencia doméstica’ y ‘Violencia de género’

Existen numerosos tipos de ‘Violencia doméstica’, como por ejemplo: la violencia psicológica, la violencia contra la mujer en la pareja o la violencia filio-parental. Aunque en este ámbito, hay que diferenciar bien los términos, ya que violencia doméstica no significa ‘Violencia contra la mujer’.

La ‘Violencia doméstica’ se refiere a la ejercida dentro de una convivencia. Es decir, aquella que se produce en el entorno del hogar. Generalmente, la víctima suele ser la pareja, pero también puede ser un hijo, una hija, un padre…


Por otro lado, cuando se habla de ‘Violencia contra la mujer’ o ‘Violencia de género’ se especifica que es la se ejerce contra la mujer por el mero hecho de ser mujer. En este caso la víctima es siempre una mujer pero el entorno puede ser diferente. Algunos ejemplos serían la discriminación o la agresión física.


Como define 'Organización de las Naciones Unidas': «la violencia contra la mujer es todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada».


El ‘Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer’ se celebra el 25 de noviembre.

Especificar, también, que la forma correcta de usar la expresión ‘Violencia de género’ es como sinónimo de ‘Violencia contra la mujer’. La ‘Violencia contra los hombres’ se engloba mediante otra expresión a causa del rol de género existente actualmente en la sociedad patriarcal.


En la actualidad los términos relacionados con la violencia hacia la mujer son muy difusos, sobre todo si nos centramos en búsquedas online. Muchas de las confusiones alrededor de este tema son generadas a conciencia por determinados grupos de personas.


Aun así, partiendo de las fuentes más fiables y preparadas sobre la cuestión que nos atañe, en concreto contando con la información que proporciona Carmen Martín — presidenta de la ‘Plataforma contra los malos tratos a mujeres Violencia Cero’ — podemos explicar con claridad estos dos tipos de violencia.

Tipos de ‘Violencia doméstica’

— O en el ámbito familiar —


1. Violencia contra la mujer en la pareja

Es el maltrato que sufre una mujer por parte de su pareja o expareja. Es una de las formas de violencia más habituales pero también más oculta en la actualidad. Está ocasionada por la influencia del machismo en la sociedad, sobre todo por el sentimiento de superioridad del hombre y de inferioridad de la mujer.

En este tipo de violencia es característico que el hombre tenga afán de dominación, que quiera controlar a su pareja, que amenace y  pegue a su mujer… El ejemplo más visible es la suma de asesinatos causados por violencia contra la mujer en la pareja que se producen año tras año.

Dentro de la violencia contra la mujer en la pareja nos encontramos el concepto ‘Violencia en el noviazgo’, por ello es importante concienciar a la juventud sobre este tipo de violencias.


2. Violencia psicológica

La ‘Violencia psicológica’ es la forma de maltrato que se centra en humillar a una persona. Es, posiblemente, el más sutil y más difícil de detectar pues la intención es hacer sentir inseguro al individuo, creándole una dependencia.


3. Violencia contra el hombre en la pareja

Es la que recibe el hombre por parte de su pareja mujer u hombre. Aparentemente tiene similitudes con la violencia doméstica contra la mujer en la pareja sin embargo, a causa de que las distinciones son de mucha mayor importancia — como podría ser la gran diferencia en el número de casos — existen variaciones legales.


4. Violencia contra los niños

Es aquella que sufren los niños y niñas menores por parte de padres o familiares. Tiene gran importancia, ya que las secuelas les quedarán durante toda la vida. Algunos de los efectos de esta violencia son: lesiones graves, cambios de conducta, embarazos no deseados o abortos provocados, homicidios…


5. Violencia contra adolescentes

El maltrato juvenil es cualquier acción, no accidental, que provoca daño físico o psicológico en adolescentes por parte de su padre, madre o personas que les presten cuidados. Puede ser: maltrato físico, sexual, sufrir abandono, padecer abuso emocional o ser testigo de violencia, entre otros.


6. Violencia contra adultos y mayores

Es, como el propio nombre indica, la violencia que sufren las personas mayores como abuelos y abuelas o padres y madres. Dentro de este tipo de violencia nos encontramos dos divisiones:

Por un lado, el 'Síndrome de la abuela esclava’: es muy habitual en la época actual y consiste en una carga familiar excesiva soportada por la abuela. Véase el típico ejemplo de la abuela que cuida de sus hijos e hijas e, incluso, de sus nietos y nietas.

Este síndrome se caracteriza porque la abuela oculta su agotamiento y esa sobrecarga puede ocasionar: cefaleas, depresión, ansiedad, hipertensión arterial, artritis…

Por otro lado, existe el llamado ‘Síndrome de los abuelos fantasma’. Es la violencia que sufren los abuelos cuando son ignorados. Es típico que estas personas desarrollen depresión, ya que no se sienten queridos debido a que por su pérdida de facultades no son tan útiles como antes.


7. Violencia filio-parental

La violencia filio-parental es la que se produce por parte de los hijos o hijas hacia las figuras parentales, como por ejemplo: golpes, insultos, amenazas, empujones…

Tipos de ‘Violencia de género’

— O violencia contra la mujer por el mero hecho de ser mujer, independientemente del ámbito familiar o no familiar, ejercida por un hombre —


1. Violencia física

La violencia física es toda acción que ocasiona sufrimiento o daño físico en una mujer. Por ejemplo: lesiones, empujones, bofetadas, puñetazos y quemaduras, entre otros.


2. Violencia sexual

Abarca cualquier forma de contacto sexual y viola el derecho de las mujeres a decidir sobre su sexualidad. Forman parte de la violencia sexual: el acoso, la explotación sexual, el abuso, la intimidación, la prostitución forzada, la esclavitud, la trata y cualquier acción con la que se fuerce a una mujer contra su voluntad.


3. Violencia psicológica

Se traduce en cualquier acción que conlleve degradar o tratar de controlar a una mujer, incluso humillarla y hostigarla. Se manifiesta de diferentes maneras: mediante acoso psicológico, imposición de restricciones, manipulación, vigilancia constante, aislamiento…

La violencia psicológica es la forma de abuso más difícil de percibir y suele ser el inicio de la violencia física y sexual. Y genera problemas emocionales y psicológicos en la mujer que la sufre; alcanzando, en numerosas ocasiones, la depresión y el suicidio.


4. Violencia económica

Violencia que sufren las mujeres en el ámbito económico o patrimonial, ya sea en el entorno público o privado. Por ejemplo en los casos en los que no pueden tener propiedades, no pueden hacer uso de su dinero para vivir de forma autónoma, quedan perjudicadas económicamente tras un divorcio por no haber podido desarrollarse profesionalmente durante la relación…

Se incluye también en este tipo de violencia contra la mujer cualquier acto que conlleve la pérdida, sustracción, retención o destrucción de sus bienes, la privación de los medios económicos indispensables o las limitaciones económicas con el fin de controlar sus ingresos.


5. Violencia laboral

La padecen las mujeres cuando diversos factores no les permiten que trabajen, no dejan que tengan acceso a puestos de responsabilidad laboral, ven peligrar su estabilidad en una empresa por ser mujer, reciben menor salario que los hombres realizando el mismo trabajo, sufren despidos o no son contratadas al estar embarazadas o tener descendencia, etc.

La edad, la maternidad o la apariencia física son las excusas más comunes que se utilizan para justificar este tipo de violencia laboral.


6. Violencia institucional

Es la que nace por parte del funcionariado o diferentes autoridades y dificulta o impide a las mujeres el acceso a la vida pública. A su vez, también perjudica a las mujeres en relación con la adhesión a ciertas políticas o derechos.


7. Violencia simbólica

Es la que soportan las mujeres por culpa de los estereotipos y valores propios de la sociedad patriarcal: ideas que favorecen la repetición de relaciones basadas en la desigualdad, la discriminación, la dominación, el machismo y la subordinación.

Un tipo de violencia muy difícil de erradicar, ya que conforma una forma de pensar colectiva arraigada. Esta podría partir, por ejemplo, de un chiste machista; costumbres que parecen inofensivas pero entrañan un gran entramado de desigualdades.

Otros tipos de ‘Violencia de género’

Acoso u hostigamiento

Cualquier conducta contra las mujeres dirigidas a intimidarlas, chantajearlas, atentar contra su dignidad, prestigio o que pongan en peligro sus logros conseguidos: empleo, reconocimientos… Se manifiestan mediante actos, gestos, comportamientos, palabras o escritos.


Violencia obstétrica

Consiste en la apropiación por parte del personal de salud del cuerpo y de los procesos reproductivos de las mujeres. Deriva en el abuso de medicalización de las mujeres que la sufren, en recibir un trato deshumanizador, en patologizar los procesos naturales… El resultado es la pérdida de autonomía de la mujer.


Violencia mediática

Es un tipo de violencia de género que se manifiesta con la difusión de mensajes e imágenes estereotipados sobre las mujeres. Se presenta en los medios de comunicación, como televisión o revistas, de forma directa o indirecta.

La publicación de estos mensajes o imágenes promueve la explotación de mujeres, las difama y discrimina, las humilla, las deshonra… Conlleva la construcción o perpetuación de patrones que promueven la desigualdad y generan violencia contra las mujeres.

Estos estereotipos atentan contra la dignidad de las mujeres llegando a incitar a utilizarlas gracias a imágenes y mensajes pornográficos de mujeres, adolescentes y niñas.


Acceso carnal violento

Es una forma de violencia contra la mujer consistente en introducir cualquier objeto u órgano en las partes íntimas de una mujer sin su aprobación. Generalmente se realiza de forma violenta y empleando múltiples amenazas.


Prostitución forzada

Se enmarca dentro del comercio ilegal de personas conocido como trata de personas. Se manifiesta cuando una mujer es obligada a realizar actos sexuales para recibir beneficios económicos.


Esclavitud sexual

Hablamos de esclavitud sexual cuando una mujer es vendida u obligada a realizar actos sexuales. Se traduce como la restricción de la libertad de las mujeres para realizar distintas prácticas sexuales como la prostitución forzada. Es una forma de coacción presente en numerosas sociedades, sobre todo, de países subdesarrollados.


Acoso sexual

Es el acoso que sufre una mujer cuando un hombre le exige cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual. En la mayoría de los casos, las mujeres acceden a este tipo de violencia de género bajo fuertes amenazas y suele finalizar en el acto sexual. El acoso sexual atenta directamente contra la dignidad de la mujer.


Esterilización forzada

Ocurre cuando se priva a las mujeres de su capacidad biológica y reproductiva sin su consentimiento ni justificación médica. Una práctica que incluso forma parte de las políticas gubernamentales de numerosos países en la actualidad.


Tráfico de mujeres

Se refiere a capturar mujeres, adolescentes y niñas y transportarlas sin su consentimiento. Es una forma de reclutamiento que se realiza para obtener beneficios económicos. Un negocio global que ocurre en nuestra época promovido por redes muy sofisticadas que inflige los derechos humanos.


Trata de mujeres

Es el proceso que padecen numerosas mujeres, adolescentes y niñas cuando son transportadas a otro lugar con fines de explotación sexual y/o son vendidas como objeto sexual. En muchas ocasiones las mujeres, al principio, comprenden ese transporte como una migración sin conocer sus verdaderos objetivos.


Feminicidio

Se trata del asesinato de una mujer simplemente por ser mujer. El homicidio es la forma más extrema de violencia contra la mujer. Es muy común que, previamente al asesinato, la mujer sufra varios tipos más de violencia de género.

La 'Real Academia Española' lo define como: «asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia».


Como afirma Amnistía Internacional: «la violencia contra las mujeres no es exclusiva de ningún sistema político o económico; se da en todas las sociedades del mundo y sin distinción de posición económica, raza o cultura.

Las estructuras de poder de la sociedad que la perpetúan se caracterizan por su profundo arraigo y su intransigencia. En todo el mundo, la violencia o las amenazas de violencia impiden a las mujeres ejercitar sus derechos humanos y disfrutar de ellos».

Apuntes sobre Feminismo

Esta clasificación es solo la punta del iceberg; para comprender el entramado de estos tipos de violencia tan normalizados es necesario recurrir a numerosas personas que luchan cada día por visualizar esta lacra para poder ponerle fin.


Nuria Varela, experta en feminismo, es una muy buena fuente para comenzar a ser conscientes de la desigualdad y lo que ocasiona. En su publicación ‘Feminismo para principiantes’ da respuesta a numerosos interrogantes que nos pueden iniciar en la lucha contra la violencia de género y a favor de la igualdad entre mujeres y hombres.


Estas fueron algunas de las palabras que publicó en la revista ‘Telva’, a propósito de la temática que estamos tratando, y que dejan ver la realidad del patriarcado:

«Yo creo que la inmensa mayoría de las mujeres hemos sufrido algún episodio de violencia sexual en alguna de sus formas a lo largo de nuestras vidas, especialmente cuando somos niñas y adolescentes. Pero está tan normalizado, por eso hablamos de cultura de la violación, que ni nosotras mismas lo tenemos registrado como tal. A mí me pasa en el aula, cuando trato este tema con mis alumnas. Pregunto que quiénes han sufrido alguna agresión sexual y nadie alza la mano. Pero cuando pregunto si les han tocado el culo, si las han seguido, acorralado... entonces me responden que sí. Nos parece normal tener que autoprotegernos contra la violencia sexual. Incluso el Ministerio de Interior en su página web llegó a compartir un decálogo para evitar ser violada. La lógica de la cultura de la violación, que es absolutamente contraria a la lógica, pretende rebajar o eliminar la violencia sexual reduciendo la libertad de las mujeres, y eso es como echarle gasolina al fuego. Lo único que nos protege es el cumplimiento de nuestros derechos y el ejercicio de nuestras libertades».



Artículo publicado en Onda Salud en octubre de 2020

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