8 de Marzo

Alza tu voz,
grita sin miedo;
ahora todas somos una,
nunca más retrocederemos.

Mujer que anidas en este desvelo,
que naces de color rosa
y princesas por el suelo.
Mujer que habitas en el desconsuelo:
faldas, maquillaje y complejos
cubren tu cuerpo.

Mujer que creces entre pupitres,
rodeada de estereotipos,
sin conocer a tus semejantes en libros.
Mujer que maduras con el recelo
de contemplar cómo cambia tu figura
a la par que sus deseos.

Mujer que busca su espacio
en una independencia creada
para definir el desasosiego.
Mujer que camina de noche
y, por liberar su alma,
regresa con miedo.

Mujer que viste de traje
para responder en la oficina
a tentaciones y supuestos.
Mujer que deambula en la rutina,
los cuestionamientos preconcebidos
y los piropos con desprecio.

Mujer que asume los cuidados,
la atención y responsabilidad
de menores a su cargo.
Mujer que lucha por ser madre
entre tópicos baldíos
y comparaciones con descaro.

Mujer que intenta lidiar
con sueños y delirios,
con utopías y conformismo.
Mujer que peina canas,
arrugas y cicatrices
sólo por ser mujer y así asumirlo.

Mujer que no luces violeta,
por pánico, por represalias,
por ausencia, por resignación.
Mujer que no estás con nosotras,
aún sin tu presencia
luchamos por tu honor.

Alza tu voz,
grita sin miedo;
ahora todas somos una,
nunca más retrocederemos.