Eva Bautista Ríos, Antonia Meléndez Chamizo y Carlos
Torres Enríquez forman un equipo original dentro del Área de Derechos Sociales
de Málaga. Este grupo pedagógico es el encargado de llevar a cabo una de las
apuestas socioeducativas más importantes: el proyecto de prevención comunitaria
y socialización de Palma Palmilla La aventura de la vida, a través de su
Ludoteca Aprende Jugando. Este proyecto estaba compuesto por 5
integrantes, y en la actualidad lo forman tan solo 3, apoyados por una monitora
de Emple@ Joven. Hablamos con el grupo para conocer las claves de esta acción
que se viene realizando desde 1997 hasta la actualidad. La actividad acoge a
792 niños y niñas de 7 colegios del distrito. Dispone de 40 actividades, que se
imparten en 6 sesiones anuales (2 al trimestre) para cada uno de los cursos de
3º, 4º, 5º y 6º de Primaria, de los siete colegios comprometidos con el proyecto.
¿En qué consiste la Ludoteca?
Para Torres Enríquez, monitor de Más Cerca que trabaja en Palma Palmilla desde
1992, la definición del proyecto está clara: “Es una acción para crear ciudadanos
críticos que sean capaces de hacer propuestas para la mejora de su entorno”.
Bautista Ríos, maestra y educadora social, desvela cómo se ha ido cimentando
hasta convertirse en lo que es ahora: “El primer año se preparó como un espacio
donde los niños y niñas venían a participar en juegos de mesa, en juegos
improvisados... También había sesiones programadas para los colegios. El
segundo año empezó a tomar forma con un proyecto de animación a la lectura.
Todas las actividades iban encaminadas a ello. Una vez ocurrió esto, nos
reunimos y preparamos el proyecto educativo. Ha ido cambiando dado que los
intereses de los chicos y chicas han cambiado también”.
¿Cuál fue el origen de este proyecto? Lo primero que se programó
fue un taller dedicado al favorecimiento de la lectura. No obstante, el origen
de esta intervención educativa transversal también fue la idea, la necesidad de
crear lazos entre los colegios y los servicios sociales. “Hacíamos lectura,
teatro... muchas actividades puntuales. Nos fuimos dando cuenta de que teníamos
que hacer algo más”, explica Torres. El propósito de este trabajo siempre ha
sido promover estilos de vida saludables y autónomos en cuanto a las cuestiones
de conducta, valores, salud y habilidades sociales. “La Ludoteca es un espacio
donde se trabajan las habilidades sociales, la resolución de conflictos, la
interculturalidad, la igualdad, el autoestima y los hábitos saludables de forma
transversal, fomentando la democracia participativa y el trabajo en equipo
mientras se usan juegos, cuentos y dinámicas grupales”, aclara el monitor.
¿En qué fundamentos se basa
“La aventura de la vida”? Bautista afirma que “cada integrante del grupo ha
sumado conocimientos al proyecto”, mientras que Torres dice que “la Ludoteca ha
ido creciendo, avanzando según las exigencias y propuestas de los
profesores”.
¿Cuál es el método de
trabajo? La metodología gira en torno a los ejes clave que son la
comunicación, la reflexión, la crítica y la colaboración orientado a que niños
y niñas sientan el estímulo para expresarse, crear, explicar y construir desde
un punto de vista práctico. Supone un aprendizaje cooperativo: sus principios
son la colaboración, todo ello a través de la comunicación, la colaboración, la
solidaridad, aceptando la diversidad. La acción va destinada a niños y niñas con edades
comprendidas entre 8 y 12 años escolarizados en los centros educativos del
Distrito Palma-Palmilla. En estas edades hay que aprovechar que no existen aún
estilos de vida arraigados, sino que los conocimientos, actitudes, valores y
hábitos que lo conforman aún están en desarrollo. Las actividades se sustentan
sobre cuatro grandes áreas transversales: autoestima
(ser uno mismo y tener éxito), habilidades
para la vida (relacionarse, tomar decisiones, manejar las tensiones),
y hábitos
de vida (alimentación, higiene, actividades para el descanso y seguridad,
salud: medicamentos, enfermedades, drogas...) “Nuestro trabajo se encuentra en evaluación continua
y al finalizar cada curso hacemos un análisis de todas las actividades que
hemos hecho por si deben ser modificadas o actualizadas. Se innova
continuamente”, explica Meléndez. El proyecto, por tanto, se va adaptando a las
demandas de los chicos y chicas y de su contexto, haciéndolos siempre
protagonistas.
¿Cuál es la aportación de esta actividad a los niños
y niñas que participan en ella? Según Bautista: “el currículo del curso es tan
extenso que favorece que el profesorado escuche otros modelos. El colectivo de
menores traslada lo que aprende en el colegio hasta aquí, pero nuestra
intención es doble. Conocer qué relaciones tiene, qué está experimentando.
Hablamos a los niños y niñas de la asertividad, para que aprendan a decir que
no. Necesitamos saber cómo funcionan sus vidas porque queremos ayudarles a ser
buenas personas”. Niños y niñas tienen que estar comprometidos a ir a las
sesiones los cuatro años, desde tercero hasta sexto de primaria, en horario
escolar y acompañados por sus tutores. Torres hace hincapié en la diversidad de
los temas que tratan, como por ejemplo: “Les hablamos de sexualidad, por ahí
podemos entrar. Ya han hablado académicamente de esto. Los órganos sexuales
primarios y secundarios. La idea nuestra es, a partir de ahí, alertarles sobre
los embarazos, las enfermedades de transmisión sexual, etc.”
¿Qué finalidad persigue la
Ludoteca? “En definitiva, nuestro objetivo es la prevención. Se forman con
lo que reciben del barrio, de sus casas y del colegio. Nosotros ponemos la
alarma en las cuestiones que no vemos normales en sus relaciones”, afirma Bautista.
Este proyecto ayuda mucho en el día a día de la zona, “Palma Palmilla está
habitada por personas muy humildes y por gran variedad de culturas; detrás de
cada persona existen muchas historias”, añade Torres.
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