"Yo
no soy escritor de periódicos, sino en periódicos", decía González Ruano
El
periódico sirve, a veces, para hacer literatura. Manuel Vicent decía que la
literatura era ver el mundo a través de las palabras y su sonido, y en un
artículo se puede intentar ver el mundo así. Lo ideal para Vicent es una novela
que quepa en un artículo, siempre teniendo en cuenta a Camba como el rey del
articulismo y a Umbral como `letraherido´.
Se habló del columnismo literario
con exigua mención a este pensamiento de Vicent, pero nadie huyó del contenido
que expresa en su pensamiento. Espido Freire, vestida muy cómodamente para que
alguien tuviera sandeces que criticar, se excusó por su estado inmerso en las
vacunas preparatorias para su futuro reportaje en Ghana. Freire empezó muy
jovencita en el mundo de la columna, cuenta que a los 23 años la llamaron de El
País para escribir una columna quincenal, que escribía con temor y siempre de forma
muy literaria. Relata que para ella la columna es una invitación a la pregunta,
“como escritora estoy ante dudas, como lectora pido certezas y como columnista
opiniones”. Apoya a la literatura, “en la literatura lo que buscamos es un
espejo”, “es un compromiso emocional”. A partir de esa columna quincenal que
hacía de joven, la cantidad de estas fue aumentando hasta que escribía una
columna diaria, “tiene que existir una ética, se
complica cuando tienes una columna diaria”. Espido Freire describe la columna
como una forma más directa, pero también más exigente de conversar con el
lector, “se abre un agujero y el lector tiene que meter la cabeza”. Maruja Torres
aparece como admirable creadora de estos.
El columnismo literario también fue defendido por Pilar
Vega, que apostilló: “La filosofía en España siempre se ha hecho en los periódicos”.
(Pilar Vega sustituyó en la mesa a Joaquín Garrido Medina, que no pudo asistir
al evento porque estaba enfermo). Asimismo, Teodoro León Gross, también lo
defendió: “columnismo y literatura van unidos”. León Gross sostiene que el
periodismo es una literatura menor, muy buena, pero menor. “La confusión
procede de la idea de literatura y literario, la columna no es literatura, es
un género literario”. Antonio Lucas cerró esta mesa con una afirmación que,
creo, pensamos todos: “en la facultad supe que sería ser periodista, pero no me
enseñaron cómo”. Para él, y para muchos, “estudiar periodismo fue como hacer
cinco veces COU”. El corresponsal de columnas contó que leer una columna es la
mejor aspirina que se puede tomar por la mañana y los únicos responsables de
que el periodismo siga vivo somos nosotros, los periodistas. Lucas, afirmando
que la política en este país, sobre todo, hay que tomársela con cachondeo,
aceptó que estamos atosigados de actualidad que no sirve para nada. Como decía
Álvaro García: “deja la actualidad que se hace sola, y ven al presente, que te
necesita”.
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