Cristóbal Gil Valenzuela es el director del CSSC Centro desde el año 2001.
Tiene la diplomatura de Trabajo Social por la Universidad de Málaga. Hablamos
con él con motivo de la Semana Popular de Los Corralones.
¿Cuáles son las funciones de un director o directora de centro de servicios
sociales comunitarios?
La figura de gestor o gestora de los CSSC es la del director o directora,
que se corresponde con el puesto de estructura jefe de Sección de Servicios
Sociales de las Juntas Municipales de Distrito. El director o
directora es el responsable de la gestión integral del CSSC. Las
funciones y tareas más comunes son:
· La
coordinación con Área de Bienestar Social, siendo el vehículo transmisor de las
orientaciones y directrices que desde ella se producen. Así mismo es el
responsable de la aplicación de las normativas en materia de servicios
sociales.
· Debe
promover y dirigir la realización anual de estudio-diagnóstico de la Zona
Básica de Servicios Sociales, así como la planificación y evaluación de la
intervención social.
· Gestiona
los recursos del Centro, controla el presupuesto y autoriza gastos en primera
instancia, vela por el mantenimiento y seguridad de los edificios que dependan
del CSSC, sus instalaciones, mobiliario y equipamientos en general (mobiliario,
fotocopiadoras, equipos informáticos, etc.), así como también supervisa la
gestión de los recursos específicos destinados a la intervención social.
· Ejerce
la jefatura del personal del Centro, en primera instancia, velando por el
cumplimiento del horario, la diligencia en el trabajo, organizar los permisos,
etc. Así mismo, es el coordinador y supervisor técnico de los Equipos de
Intervención Social. Cuando es requerida o se detecta la necesidad, la
dirección debe proveer asistencia técnica y seguimiento de la ejecución de los
proyectos y las distintas programaciones, al conjunto de los profesionales.
· El director o
directora debe garantizar el correcto funcionamiento del sistema de información
del CSSC y sus flujos documentales.
· Es el responsable de
la Unidad Administrativa, en cuanto a la organización de los procedimientos de
trabajo interno y su relación con las demás estructuras del CSSC.
· Es
la figura técnica representativa oficial del CSSC. Para ello, promueve
contactos, encuentros, reuniones, etc. con entidades de su ámbito con objeto de
lograr una coordinación de la intervención social en la Zona Básica de
Servicios Sociales.
· Por
último, debe garantizar el correcto funcionamiento el sistema de Gestión de
Calidad, tanto en lo referido a cumplimientos de los criterios y procesos
internos como en la eficiencia de las prestaciones y satisfacción de los
usuarios.
¿Cuál es la problemática social más importante que enfrenta el CSSC de
Distrito Centro en la actualidad?
El ámbito de actuación del Centro de Servicios Sociales Comunitarios es muy
amplio y complejo. Nuestro distrito presenta una enorme diversidad sociológica
en cuanto a clases sociales y grupos de especial necesidad. Esto determina que
la problemática social que se aborda desde el CSSC resulta bastante
heterogénea, desde las que están referenciadas con el campo estricto de las
prestaciones básicas de servicios sociales hasta las que están con actuaciones
complementarias con los sistemas de protección de empleo, educación, viviendas,
sanidad y justicia. Desde el punto de vista de la intensidad y la prevalencia
de necesidades sociales destacamos, como colectivos prioritarios a las personas
mayores, la población inmigrante y las zonas desfavorecidas del distrito, en
las que los sectores de poblaciones más relevantes son las familias y los
menores.
La población del Distrito Centro está más envejecida que en el resto de la
ciudad, y los problemas de los mayores (dependencia, movilidad, nivel de
rentas…) son una de las principales demandas que recibimos. El 12% de los
residentes en la Zona Básica son extranjeros, 10.211 personas, que suponen el
20,3% del total de extranjeros empadronados en la ciudad. Estas personas
presentan dificultades de integración social y escolar, en el acceso al mercado
de trabajo y en la cobertura de las necesidades básicas de subsistencia.
La población residente en las zonas desfavorecidas, donde se produce una
importante aglomeración de personas en riesgo o en situación de exclusión
social, supone 19.209 habitantes, el 23% de la población del Distrito Centro, y
está distribuida en 7.681 familias o unidades de convivencia, que suponen el
22,6% del total de los hogares del distrito. Estas son Trinidad Sur y Perchel
Norte, Cruz Verde, Capuchinos Sur y el barrio de Ollerías. Un 43% de la
población de las cinco zonas habita en Viviendas de Protección Pública, 8.225
personas, respondiendo mayoritariamente a los criterios e indicadores
específicos que definen las situaciones de exclusión social.
Las principales características sociales de estos colectivos son: obreros
no cualificados, tienen bajos niveles de renta familiar, bajos niveles de
instrucción, no poseen en propiedad medios de producción, tienen una relación
irregular con la actividad laboral, existe mayor peso de la población pasiva y
escasa empleabilidad de la población activa. Por último, es de destacar que un
amplio porcentaje de este agregado social se encuadra en los parámetros que
definen a los colectivos instalados en la “subcultura de la marginación”,
habiéndose consolidado una dinámica social que se transmite entre
generaciones, reproduciendo valores y estilos de vida.
¿A cuántas personas pueden llegar a atender en un día en este centro?
En un día pueden acudir a nuestras instalaciones en torno a 150 o 200
personas. Pero este dato no es lo suficientemente ilustrativo para comprender
el nivel la cobertura social de nuestro servicio. Algunos datos de la Memoria
de 2017 nos puede ayudar a hacernos una idea aproximada:
· Las trabajadoras y
trabajadores sociales atendieron a 9.535 personas en las consultas de las UTS.
· Se tramitaron 3.788
expedientes y se emitieron 1.417 informes técnicos.
· Así mismo se
incorporaron al Sistema de Atención a la Dependencia 698 nuevas personas.
· Las educadoras y
educadores sociales trabajaron en 741 casos de tratamiento y apoyo familiar.
· Atendimos a 662
personas con limitaciones de AVD en el SAD y se gestionaron 1.208 prestaciones
económicas por importe de 748.575,60 €.
¿Cómo se coordina el CSSC con el resto de organizaciones e instituciones?
El CSSC está permanentemente coordinado con las entidades sociales e
institucionales que están presentes en la Zona Básica de Servicios Sociales. La
coordinación se establece a través de diversos mecanismos dependiendo del
sector de intervención o la problemática que se aborda. Podemos destacar las
siguientes experiencias:
· La comisión de
absentismo escolar del distrito, en la que además del CSSC están representados
todos los centros educativos, Fiscalía de Menores, Inspección educativa y
Policía Local.
· La Mesa de
Envejecimiento Activo, en la que participan con nosotros los Centros de Salud,
Asociaciones de Mayores, Fundación Arena y Cruz Roja.
· La Mesa de
Coordinación de la Intervención Social en Viviendas Públicas del Distrito
Centro, con el Instituto Municipal de la Vivienda, la Agencia de Vivienda y
Rehabilitación de Andalucía, la Policía Local y el Área de Derechos Sociales.
· Participamos en las
Mesas de Barrios de Cruz Verde-Lagunillas y en la de Perchel-Centro, auspiciadas
por los Centros de Salud de la Victoria y Centro-Perchel.
De manera cotidiana se mantiene una coordinación y colaboración constantes,
protocolizadas, con entidades sociales como Arrabal, Incide, Caixa Pro
infancia, Fundación Don Bosco, Cáritas, etc., y organismos públicos como los
centros educativos, los centros de salud, hospitales, SAE, juzgados, etc.
¿Cómo participa el centro de servicios sociales del Distrito Centro en la
Semana de los Corralones?
El Centro de Servicios Sociales es el organizador y responsable de la
semana Popular de los Corralones. Esta actividad forma parte del
Proyecto de Desarrollo Comunitario de Trinidad Sur y Perchel Norte y está
incluida en la programación y presupuestos anuales del Centro. Los Servicios Sociales
Comunitarios intervienen en los tres niveles que el Trabajo Social como
disciplina científica establece: individual, grupal y comunitario. De ahí que
nuestra programación incorpore servicios, proyectos, actuaciones que
se dirigen tanto a individuos y familias (valoración y orientación,
prestaciones económicas, SAD, tratamientos familiares…), como a grupos formales
e informales (ejemplo las aulas de educación familiar, grupos de autoayuda de
cuidadores, la Escuela de Envejecimiento Activo, Centro de Animación Infantil y
Adolescente…) y a barriadas o áreas de la Zona Básica de Servicios Sociales que
requieren una movilización e implicación del vecindario para abordar
sus problemáticas.
De ahí que desde el año 2004 nos planteamos una intervención sociocomunitaria con la
finalidad de “promover la integración y normalización de este territorio en el
conjunto de la ciudad”, trabajando con dos horizontes: la recuperación,
integración y puesta en valor para la ciudad de los barrios Perchel
Norte y Trinidad Sur, tomando como eje de desarrollo
la promoción de la cultura popular y la potencialidad
turística del Centro Histórico y lograr la promoción social y económica del
vecindario, para eliminar exclusión social endémica que estos barrios padecen.
Básicamente es un trabajo de participación directa del vecindario, sin
intermediarios sociales, a través de grupos de trabajo, representantes de los
patios, asambleas vecinales, etc., animadas y apoyadas por el personal técnico
del Centro. La Semana Popular es un instrumento de intervención comunitaria que
pretende la normalización de un área urbana socialmente deprimida a través de
la implicación directa del vecindario en la mejora de su entorno, que promueve
y desarrolla sus capacidades y cualidades, ofreciendo al resto de la ciudad la
belleza de sus patios.
¿Cómo surgió la iniciativa de la celebración de la Semana de Los
Corralones?
En el año 2004 el barrio presentaba un estado de degradación física, y
también social, alarmante. Edificios de viviendas públicas, de nueva
construcción y de una buena calidad arquitectónica, estaban deteriorados,
descuidados, con usos indebidos, etc. Así mismo existían importantes problemas
de convivencia vecinal. Para revertir la situación desarrollamos una estrategia
de intervención basada en centros de interés para la población: recuperar,
adecentar y embellecer los espacios comunes de los edificios, los patios. Les
planteamos hacer un concurso en el que se obtendría una serie de premios a los
corralones mejor recuperados.
A la vez, pusimos en movimiento potencialidades latentes y presentes en la
zona: Trinidad y Perchel son los barrios históricos populares de la ciudad por
excelencia, en ellos había nacido y pervivía la cultura popular de Málaga:
flamenco, gastronomía, arquitectura popular, festejos, tienen un importante
patrimonio monumental civil y religioso, así como arqueológico. Su
ubicación geográfica en el Centro Histórico, permitía aprovechar sinergias para
favorecer la rehabilitación urbana, el turismo, etc. Y, sobre todo, en la
tipología de vivienda se mantenía la esencia moderna de la arquitectura popular
tradicional, que volvimos a denominar como corralón.
Desde el punto de vista social, ¿qué
supone para la comunidad de Trinidad y Perchel una celebración como ésta?
En general, el Proyecto de Desarrollo
Comunitario ha supuesto un importante proceso de aprendizaje colectivo, de
movilización y protagonismo de la población en el cambio experimentado en el
barrio.
El impacto del proyecto se puede resumir en estos cuatro logros:
· Se ha producido un
potente fenómeno de recuperación de la identidad de barrio, que ha favorecido
la cooperación y la cohesión entre la vecindad. Así mismo ha servido para
revalorizar la dignidad y la autoestima de las personas percheleras y
trinitarias, favoreciendo así el crecimiento y desarrollo de las capacidades de
ciudadanía.
· Los dos barrios se
han forjado un nuevo estatus dentro de la ciudad. Son miles los malagueños y
malagueñas que visitan y disfrutan de la belleza de los patios de
los corralones, del esfuerzo cooperativo, del arte peculiar que las personas
trinitarias y percheleras ofrecen al conjunto de su ciudad.
· Sobre todo ha
servido para superar el “estigma social” de barrios marginados y peligrosos.
Del etiquetaje de áreas “prohibidas” por inseguras, han implantado en la mente
de malagueños y malagueñas la imagen de las flores, el sonido de las fuentes
con agua, la frescura de los patios, la artesanía de la elaboración propia,
etc.
· Han ganado
permeabilidad social en el conjunto urbano de Málaga. Vuelven a ser barrios
transitados y considerados por la ciudadanía como piezas habituales del espacio
público urbano.
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