Los EIS (Equipos de Intervención Social) se definen, según
la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, como
equipos, cuyo personal ostentará con carácter preferente la titulación de
Trabajo Social, Psicología, Educación Social u otras equivalentes, que realizan
las tareas necesarias para el desarrollo de las Prestaciones Básicas del
Sistema Público de Servicios Sociales. Francisco Raya, trabajador social, y
María Dolores Fernández, educadora social, llevan juntos como EIS desde 2006.
Este equipo de profesionales defiende este modelo de actuación social que en la
actualidad parece decaer: “Hemos trabajado bien en equipo pero en los últimos
años esto se está perdiendo porque es más la demanda que llega para cosas
puntuales que el trabajo que se planifica para desarrollar con familias”,
afirma Francisco Raya.
¿Cuál es la filosofía de un EIS?, ¿por qué se debería
trabajar utilizando este modelo? El equipo de Raya y Fernández defiende que es
la manera más efectiva de actuación en el ámbito social, pues “se trabaja con
el compromiso de ayudar a los demás, ofrecer recursos a las personas, pensando
siempre en el usuario, las familias, el grupo y las necesidades que nos
plantean de la forma más positiva para ellos”, dice Raya. En esta línea,
Fernández destaca la unión desde el punto de vista profesional y lo que esto
conlleva: “Siempre tiene que haber un vínculo: llevarse bien, entenderse bien,
asumir ambos la responsabilidad de las cargas de trabajo; crear un buen
ambiente entre profesionales es fundamental”.
La coyuntura económica ha supuesto un retroceso en la
política de actuación social. “Con la crisis se han puesto al servicio del
ciudadano muchos recursos, pero para gestionarlos el personal sigue siendo el
mismo; la carga de ese trabajo quita tiempo de la intervención grupal, nos
convertimos en ocasiones en meros burócratas”, afirma Raya. Una burocratización
del sistema que no ha redundado necesariamente en mejoras para las personas
usuarias ni en los recursos humanos de los Servicios Sociales. Por ejemplo, la
Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la
infancia y a la adolescencia hace hincapié en el trabajo conjunto. Fernández
señala la importancia de que se haga una apuesta firme por este modelo de trabajo:
“Nuestros responsables tienen que tener el convencimiento de que es la mejor
forma de trabajar en equipo de forma multidisciplinar; deben impulsarla, es más
eficaz, proporciona mejores resultados y más estimulante para nosotros. El
usuario no es único, tiene distintos sistemas de protección relacionados: de
salud, laboral, familia, dependencia... Nosotros estamos convencidos de que la
mejor forma de trabajar es en EIS”.
La experiencia de Raya y Fernández a lo largo de los años ha
creado una gran sinergia profesional. Ambos se coordinan diariamente y
planifican su labor en función de sus disciplinas y las necesidades más
apremiantes de las personas usuarias. Aunque el trabajo social y la educación
social, son ámbitos diferentes están íntimamente ligados a la hora de trabajar
como EIS. Mientras Raya, el trabajador social, estudia y diagnostica las
problemáticas, Fernández, la educadora social, se encarga de aportar un
carácter educativo a la intervención. “Hay que hacer protagonista de esa
intervención a la persona; es difícil hacerla comprender que es el centro de la
intervención, que no podemos solventarle la vida, nosotros estamos para
ayudarles. Hay cambiar el esquema que tienen los usuarios de lo que son los
servicios sociales”, dice Fernández. El compromiso de la persona es
determinante, pues sin él “lo que hacemos es perpetuar la situación de los
usuarios y la dependencia institucional”, añade Raya.
El EIS
formado por Dolores Fernández y Francisco Raya, que se asienta en el CSSC de
Bailén Miraflores, tiene una trayectoria de trabajo de más de diez años en la
barriada de La Corta, catalogada como zona básica desfavorecida, en la que se
han tenido que enfrentar a situaciones conflictivas, en una localización
deficitaria en recursos y formación. Aquí han trabajado, sobre todo, las
problemáticas relacionadas con menores: malos tratos, desprotección... “En La
Corta hay muchas intervenciones que se repiten que son las relacionadas con el
tema del absentismo y hemos conseguido avanzar mucho. Incluso hoy en día
tenemos casos de hijos de las personas que fueron absentistas; en estos 12 años
que llevamos ya hemos trabajado con los hijos que a su vez han sido ya padres”,
dice Raya.
Otra de
las problemáticas sociales más graves y recurrentes en la actualidad, sobre
todo en la barriada La Corta, es el desempleo y la falta de vivienda. Hay
personas que se convierten en usuarias crónicas, que son difícilmente insertables
y vuelven continuamente a los servicios sociales. “Algunas tienen aprobada la
ayuda para el alquiler pero no encuentran casa en Málaga”, dice Raya. En la
zona de Bailén-Miraflores, donde trabajan actualmente, el equipo de
intervención detecta otras problemáticas como dificultades derivadas de la
guarda y custodia de los hijos, en las que se implican a través de los
juzgados, o problemas que surgen como resultado de los divorcios.
Este
equipo se organiza en función de la demanda. “Es un puzzle en el que tenemos
que ir dándole respuesta a todo”, afirma Fernández. Encadenan labores de
atención directa un día a la semana, visitas, redacción de informes y gestión
de prestaciones, entre otras tareas. El equipo prioriza lo urgente,
condicionado por una serie de plazos. Aunque hay coordinación interna de centro
y dentro del EIS, no disponen de una fórmula entre los equipos para comunicarse
y compartir experiencias comunes: “Sería una propuesta maravillosa porque no
hay nada fijado, una forma de enriquecernos”, dice Fernández. Otra de las
demandas que observan, en cuanto a recursos humanos, es el tercer pilar de un
EIS completo: un profesional de la psicología. De las figuras que componen el
EIS, la del educador social está relegada y “no se valora igual para completar
la plantilla”, según Fernández.
Fernández
y Raya han conseguido numerosos logros durante su experiencia como EIS. Buenos
resultados que ejemplifican la eficacia de esta forma de trabajo conjunto. Raya
señala la importancia del hecho de haber conseguido “la primera niña en La
Corta que obtuvo el graduado en Educación Secundaria, un logro que se alcanzó
entre todos”. Fernández destaca también el caso de una usuaria que, afirma,
“tenemos siempre en mente”. Se trata de una intervención, que mostraba muchos
factores en contra, con una mujer a la que al final le concedieron una
vivienda, “aún nos llama para felicitarnos las Pascuas”. Experiencias
satisfactorias que les llevan a defender esta forma de trabajo aunque, asume
Fernández: “Actualmente se carga tanto a los servicios sociales que muchas
veces desvirtuamos el trabajo de intervención a las familias porque atendemos
más a la demanda inmediata”.
Reportaje realizado como periodista del Ayuntamiento de Málaga y publicado en el Boletín Informativo de Derechos Sociales
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