sábado, 25 de noviembre de 2017

“Hay que hacer políticas más transversales para atajar la pobreza infantil”



Rosario Pavón Miranda es la directora del Centro de Servicios Sociales Comunitarios de Campanillas. Con 34 años de experiencia en la profesión, hablamos con ella sobre un tema especialmente grave en su distrito como es la pobreza infantil, ya que Campanillas ocupa el segundo lugar en la capital malagueña en el índice de menores que sufren esta situación de exclusión social.


-¿Cuáles son los objetivos a corto plazo para tratar la pobreza infantil en el distrito de Campanillas?

Después de reunir los datos, es conocer e identificar a las familias para trabajar de forma personalizada. Se está haciendo un replanteamiento de los servicios para invertir mucho más en la infancia y menos en otros sectores como en los mayores. El problema es que los recursos que obtenemos van destinados a proyectos muy específicos. Sin embargo, para la pobreza infantil, no. Estoy intentando reconvertir esto.

- Ante esta situación, ¿cómo se coordina el trabajo para atender el problema de la pobreza infantil desde el centro de servicios sociales?

Es una de nuestras debilidades. Nos coordinamos en función del problema o de las personas con las que trabajamos. Nos coordinamos con los centros de salud para las familias; nos coordinamos con los colegios e institutos para los temas de absentismo, la no escolarización o la conflictividad. Aún no hemos dado el paso regulado y establecido de trabajar todos en común hacia un objetivo. A raíz del problema de la pobreza infantil, al ser el segundo distrito de Málaga que más lo sufre, es lo que estoy reconduciendo: intentar hacer un trabajo más transversal con el tema de los menores. Un trabajo en red.


- ¿Qué características o particularidades tiene la pobreza infantil en un distrito como Campanillas?

Son muy similares a los del resto de distritos porque no es un problema de una causa única, sino estructural. El estudio que hizo el Observatorio de Inclusión Social es muy aplicable a la situación en la que está Campanillas. El 13% de las familias de Málaga están siendo atendidas por los servicios sociales. El 83% tiene 4 miembros. El 54% viven de alquiler. El 57,3% son familias monoparentales. El analfabetismo aquí es altísimo. Cuando tienes una familia con estas carencias, estas dificultades, surge esta pobreza infantil. Con la crisis económica, lo notamos muchísimo, sobre todo a partir de 2012. Cuando la gente no tiene cubiertas sus necesidades más básicas es cuando más acuden a nosotros. Hay más problemas de convivencia familiar, eso provoca bajo rendimiento académico de los menores en el colegio. Las emociones familiares dentro del contexto también se ven afectadas.


- ¿Qué carencias sufre el menor en esta situación de exclusión social?

Siempre se habla de la pobreza relacionada con los ingresos de la familia. Depende de los indicadores que cojas. Unos te hablan de porcentajes, medianas, de unidad de consumo y te sitúan a las personas en el umbral de la pobreza. Otros indicadores o teorías  te hablan más de que las personas no pueden acceder a una serie de bienes: vacaciones, coche. Otros hablan acerca de la estabilidad laboral. La inseguridad laboral genera más conflictos en la familia. La gente de alguna manera se escapa de esas situaciones con consumo de alcohol, estupefacientes. Es una pescadilla que se muerde la cola. Tú consumes, no encuentras trabajo... Los niños cada vez tienen menos y los padres entran en depresión. Las carencias de estos niños son la falta de medios de subsistencia. Hasta 2010, cuando la gente venía por ayuda, le ayudábamos principalmente con mobiliario básico. Ahora estamos apoyando a niveles de alimentación y vestuario. Esto es importante. Los recursos, la demanda, la hemos aumentado un 30%.

- ¿Dónde nace en primer lugar el problema de la pobreza infantil en Campanillas?

Mi teoría, que estamos estudiando, es que Campanillas es un barrio con características semi-rurales que se ha dedicado al sector primario: la producción, la construcción.... Aquí no ha habido agua corriente hasta 1970. No ha habido un autobús público hasta el año 2000. El desarrollo del entorno del distrito ha sido posterior al de la ciudad. Aunque tiene la estructura de un pueblo, no ha tenido esos servicios, solo hasta ahora. Otro de los problemas es el analfabetismo. Tenemos dos puntos donde se concentran las familias más pobres, que son los barrios donde se han ubicado las viviendas sociales. Ha sido un error de las políticas sociales la concentración de las familias con las mismas características en los mismos puntos: sin servicios, sin autobús, recogida de basuras. Entonces aumenta la brecha aún más entre unos ciudadanos y otros.

-¿Qué efectos ha tenido la crisis económica para esta problemática?

Los efectos de la crisis los veremos más adelante. Si no podemos medidas vamos a tener unas generaciones perdidas. Los niños y niñas que hoy sufren pobreza van a ser personas pobres. Por lo tanto va a reproducir una familia pobre. Desde las políticas sociales nos tenemos que replantear cómo intervenir. Aunque des muchas ayudas, que están bien y son necesarias, si solamente tenemos estas medidas, no se va a resolver el problema.


- ¿Qué supone para Campanillas el trabajo del centro social para paliar la pobreza infantil?

Hemos cubierto muchas necesidades de las familias. Pero, a lo largo de los últimos años, como el deterioro de la población está siendo tan grave, lo único que hemos podido hacer es aumentar los presupuestos, pero no hemos hecho una política de prevención. No hemos tenido oportunidad y es lo que queremos hacer ahora. Hay que buscar el equilibrio entre las ayudas y servicios que se dan junto con la responsabilidad de las personas, pues a veces generamos dependencia. Esto hay que cambiarlo. Además, el problema de la pobreza infantil no es solo de los servicios sociales: es del sistema educativo, del sistema de empleo y de la vivienda. Entonces tenemos que hacer políticas más transversales para atajar el problema de la pobreza infantil.

-¿Está reconocida la pobreza infantil como un problema entre la ciudadanía de Málaga?


No. Ni la pobreza infantil, ni la pobreza en general se reconocen, sino que se están normalizando. Esto tiene unos riesgos. Hay una transmisión de la pobreza. Estos menores criados en pobreza seguramente serán también padres y madres pobres. La brecha para mí más importante es que la brecha de instrucción escolar y la del mercado laboral cada vez se va haciendo más ancha. Vamos a tener una población en las próximas generaciones con menos opciones para la integración laboral. Esto va a influir mucho para que la pobreza se siga generalizando.


Reportaje realizado como periodista del Ayuntamiento de Málaga y publicado en el Boletín Informativo de Derechos sociales 

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