Dibújame sin prisa,
como quién descubre por primera vez
el arte de hacer y deshacer.
Con pinceles imprecisos
huyendo de lo ordinario.
Realza aquella búsqueda
del horizonte perdido.
Insiste en las esquinas,
que no se escape lo aprendido.
Subraya esa mezcla inexacta
entre el orden y el desorden:
el apego a lo superfluo,
el cosquilleo de lo eterno;
ambos significan sobrevivir.
Colorea cada ápice;
el rescate de la eternidad
recorriendo el desconcierto
tiene descuento en suspiros.
como quién descubre por primera vez
el arte de hacer y deshacer.
Con pinceles imprecisos
huyendo de lo ordinario.
Realza aquella búsqueda
del horizonte perdido.
Insiste en las esquinas,
que no se escape lo aprendido.
Subraya esa mezcla inexacta
entre el orden y el desorden:
el apego a lo superfluo,
el cosquilleo de lo eterno;
ambos significan sobrevivir.
Colorea cada ápice;
el rescate de la eternidad
recorriendo el desconcierto
tiene descuento en suspiros.
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