jueves, 18 de julio de 2013

Perpendicular a tus lágrimas


Siempre que me acerco a la ventana apareces tú.
Siempre que comienzo a dibujar palabras en los costados de las cortinas.
No sé cómo lo haces.
No sé cómo hacerte callar.


La tinta ensucia mis retinas con un dulce sabor a mar.
En mi estómago guardo las alas rotas.
Me tumbo en el suelo
(es verano)
y mi espalda, perpendicular a tus lágrimas, se congela.



Desde el roce de las baldosas rotas, los suspiros se escuchan más lentos.
Desde abajo, 'mi cielo', (como me sueles llamar), tiene otro color.
Desde el suelo, miro a la ventana y no parece la misma.
Desde aquí, aunque estés tan cerca, ya no te oigo llorar.

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