“Entre
lo popular y lo masivo” de Alonso B.
es esa reflexión constante que hace de la sociedad una masa simple y
sencillamente encasillada en no ser nada. Es la consideración estimable de
hacernos manada, parte de un todo que no se inmiscuye, que no parpadea, no
reacciona, no respira.
Nos
basamos en las afirmaciones de los grandes como Gramsci, filósofo, teórico marxista, político y periodista
italiano, para respaldar estas consideraciones. Nos apoyamos en ellas porque
nos estamos acostumbrando a no poder justificar lo que decimos por nosotros
mismos.
Desde aquel Daily Courant en 1702
hasta nuestros días con la infoxicación
más indigente y mísera. Con el boom de la prensa de masas en mitad de esas dos
columnas que se derrumban: una por ingenua e indeterminada, otra por austera y
confusa.
El primer ejemplo de acceso a la información lo podemos ver con las actas
diurnas, pero a finales del siglo XVII es cuando este acceso se empieza a
generalizar para todos los públicos. La burguesía hizo que surgieran los nuevos
lectores. Y las publicaciones aumentaron gracias a Girardin, periodista y publicista francés, que multiplicó los suscriptores aumentando la
cantidad de publicidad.
Surkel
destaca
el perfil simbólico-dramático de esta prensa popular. Puro drama ya que a la
vez que algo se constituye en sí mismo para llegar a mayor número de personas,
también disminuye su complejidad, su nivel de investigación y precisión, su
información. Lo popular se hace masivo, puede que sean dos conceptos unidos, o
que simplemente no nos veamos capaces de separarlos.
La Opinión Pública que tanto defendía Habermas, acompañado por Víctor Sampedro (uno de los mejores
profesores de la Universidad Rey Juan Carlos), juega un papel muy importante en el
planteamiento de esa diferencia de conceptos, popular y masivo. La opinión
pública destaca el papel de la sociedad, lo popular, no sólo como algo masivo,
sino como un ente crítico que participa de la democracia, o lo que queda de
ella.
“Si todos los miembros de una sociedad tuvieran
la misma cultura no haría falta una cultura popular”, decía el escritor y
político Burke. Y es así, pero el
sistema está hecho para que todo esté segmentado en base a la información. Le
contestaría a Burke con una frase de Gramsci: “puesto que debemos construir el
país, construyamos directorios, enciclopedias, diccionarios”. Pero en la
actualidad lo popular es masivo, y lo masivo manipulación.
ERES EL SER MAS HERMOZA QUE HE VISTO TE DESEO MUCHISMOS EXCITOS ---SON LOS DESEOS DE TU ADMIRADOR---WWW.ELPAYSITA.COM
ResponderEliminarMe agrada seguir tus publicaciones, porque compartimos sensibilidades y percepciones.
ResponderEliminarFelicidades
Me agrada seguir tus publicaciones, porque creo que compartimos sensibilidades y percepciones sociales.
ResponderEliminarFelicidades paisana.
Vengo de una conferencia de Bernardo Díaz Nosty. ¿Te acudas del paradigma comunicativo? Se ha quedado viejo. Ahora nadie le dice a la opinión pública qué debe interesarle: ella marca la agenda.
ResponderEliminarEscribes un blog muy interesante. Tengo que volver.
Vengo de una conferencia de Bernardo Díaz Nosty. ¿Te acudas del paradigma comunicativo? Se ha quedado viejo. Ahora nadie le dice a la opinión pública qué debe interesarle: ella marca la agenda.
ResponderEliminarEscribes un blog muy interesante. Tengo que volver.