El término `escrache´ hace eco en los oídos
por su repetición masiva, desde el mes pasado este concepto está de moda en la
polémica de los desahucios. La expresión hace referencia a las protestas en las que un grupo de
activistas de Derechos Humanos se concentran en el domicilio o en el lugar de
trabajo de la persona que quieren denunciar. El origen de esta palabra se puede
remontar a 1995 en Argentina. En España comenzó el boom con la Iniciativa Legislativa
Popular propulsada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en abril de
2012.
Algunos
políticos españoles han manifestado su oposición a esta manifestación pacífica
argumentando que este no es el camino para luchar contra las políticas
equivocadas. El expresidente extremeño es uno de esos políticos. Guillermo
Fernández Vara manifestó su rechazo absoluto a los escraches “por respeto
democrático”. Izquierda Unida Extremadura se le unió para apoyar en el
Parlamento regional una declaración institucional de rechazo a los escraches.
En
la defensa incansable y perseverante de los escarches se encuentra Ada Colau,
tan nombrada últimamente como el concepto “escrache”. La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca apuesta por
estas manifestaciones pacíficas. Muchas personas apoyan los escraches, así como
la Candidatura
d Únitad Popular o el 15-M.
Puede
que no sean legales, incluso puede que sea una forma de inmiscuirse en la vida de
los políticos, como dijo el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, “no
estoy a favor de los escraches por el respeto a la vida privada de los
políticos”. Pero ¿y el respeto hacia la vida privada de los desahuciados, de
las personas por las que se organizan esos escraches? Sólo es una manera
pacífica de protestar contra medidas inhumanas.
Pienso, que dices muy bien.
ResponderEliminarAbrazos