“El columnismo es el solo de violín del periodismo”,
decía Francisco Umbral. Una muy buena premisa que hay que tener en cuenta para
sentarse en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Información de
la Universidad Complutense de Madrid y perderse entre los entresijos de la
partitura. El I Congreso Internacional de Columnismo y Periodismo de Opinión que se celebró el 28 y 29 de noviembre sirvió para eso: para delinear el
concepto de columnismo determinando su figura, para devorar a grandes periodistas
e interiorizar sus consejos y para sabernos posibles autores de esos solos
umbralianos. Fue una reunión de más de 500 alumnos y profesionales organizada
por los Departamentos de Periodismo I, Periodismo IV y Filología Española III
de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de
Madrid.
Comenzó entre una multitud inmensa en tomar unos apuntes
que prescindían de convocatorias ordinarias, entre tecleos y pulsaciones con
perfiles ansiosos. Multitud que destacó la decana de la facultad, Carmen Pérez
de Armiñán, además de anunciar otro congreso que se llevará a cabo en abril y tratará
sobre periodistas mujeres. También entre recuerdos, con un sentido homenaje a
la profesora Ana María Vigara, del departamento de Filología, recientemente
fallecida.
Recogidos por el frío exterior, entre
café y café, paseamos por grandes momentos:
- Umbral
- Columnismo
político
- Homenaje
a Manuel Alcántara
- Columnismo
literario
- Almudena
Grandes
- Periodismo
de Opinión
- Raúl
del Pozo
- Columnismo
deportivo
Alejando
el miedo escénico con las palabras de José Ignacio Población, catedrático de
periodismo de la Universidad Complutense
de Madrid y Vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Información, sereno
aunque con algunos lapsus de memoria en lo que se refiere a los nombres de los
ponentes en la mesa que moderaba, animó a los allí presentes en la lluvia de
preguntas. El columnismo tratado en el congreso era una interpelación de los
grandes en este marco, pero estos artistas de la palabra van dando paso a una
renovación del columnismo.
Alberto López Marín, jefe de Periodismo en Punto encuentro, es una muestra de esa renovación. Según él: "el periodismo y el columnismo no deben bajar el listón". Lo imprescindible es la belleza, se puede estar más o menos de acuerdo con el contenido o fondo de la columna, pero la forma es indispensable. “No hay mejor opinión que una información bien armada”, dijo. No hay que pretender un retuit o una opinión, tampoco hay que coquetear con la competencia desleal. López Marín subrayó la importancia de esta profesión, “esto no sabe hacerlo cualquiera”, “para los buenos siempre hay hueco”. También ensalzó a Enrique Meneses como gran periodista y, a su vez, señaló a Salvador Sostres como el peor columnista de España.
Alberto López Marín, jefe de Periodismo en Punto encuentro, es una muestra de esa renovación. Según él: "el periodismo y el columnismo no deben bajar el listón". Lo imprescindible es la belleza, se puede estar más o menos de acuerdo con el contenido o fondo de la columna, pero la forma es indispensable. “No hay mejor opinión que una información bien armada”, dijo. No hay que pretender un retuit o una opinión, tampoco hay que coquetear con la competencia desleal. López Marín subrayó la importancia de esta profesión, “esto no sabe hacerlo cualquiera”, “para los buenos siempre hay hueco”. También ensalzó a Enrique Meneses como gran periodista y, a su vez, señaló a Salvador Sostres como el peor columnista de España.
En esa mesa moderada por Población, que se puede
considerar como la conclusión del evento por la aceptación de los grandes y la
intención de que surjan nuevos, también intervino Eduardo Martínez Rico, doctor
en filología. Apuntó que él tenía esa vocación desde niño,
considera a la columna como el género de la personalidad. Animó a los alumnos
que estaban tuiteando el evento en el mundo del periodismo, aún determinando a
Internet como uno de los causantes de esta crisis. Según Martínez Rico: “todos los que escribimos
en blogs generalmente es porque no nos queda más remedio”.
Otra silla de esa mesa estaba ocupada por Jesús Nieto Jurado, periodista, que consideraba esa mesa como la intervención menos
teórica y más dinámica aunque fuera la hora de la siesta. Nieto Jurado, confesó
que se arrepentía de haber estudiado periodismo, “podría ser ingeniero”, dijo.
Señaló que escribir una novela es un verdadero coñazo, por otro lado para él el
columnismo no es un género tan difícil (o cortarse en lonchas, como diría), pero
para escribir en un periódico hay que estar enfermo de tinta. Reveló que su
musa es Mourinho y aceptó que el periodismo está en crisis pero, comentó, “la
sociedad está muerta”.
Por último, Cristóbal Villalobos Salas, historiador, ocupaba la última silla de esa renovación. Villalobos justificaba el nombre de la mesa por el hecho de que todos los integrantes eran jóvenes. Jóvenes que quizá, como él, desde pequeños quisieron ver su foto al lado de su artículo en un periódico, “te compras a ti mismo y te lees, es como muy egocéntrico”. Admitió que la renovación viene por una vuelta al pasado, aunque mencionó que ahora no hay muchos jóvenes que hagan periodismo literario (“o no nos dejan”), “últimamente se dan las columnas a famosillos como Wyoming”. El historiador distinguió el valor de la columna como fuente histórica, no es un simple comentario de la actualidad. Es cuestión de “abrirse las tripas y ponerlas en blanco sobre negro”, frase de Sánchez Dragó que Villalobos recordó.
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