Frágiles como las cumbres cuando se derraman por las
laderas, se ciernen sobre nosotros cual topografía mal estudiada. Vulnerables
como Gaza, esa superficie de terciopelo y encrucijadas. El techo de una orden
de desahucio, el relinchar cansado de aquellos caballos gaditanos. Maleables.
La inteligencia emocional se
mantiene en un puesto muy atrasado, gracias a esa debilidad que se postula como
característica innata en el modelo narcisista que configuran los humanos. Los impulsos
nos controlan, somos influenciables, inestables. La mayoría de la gente domina
el verbo fácil; se posicionan ante una situación: a favor o en contra. Lo que
no analizan es lo que hay tras ese posicionamiento. Vulnerables. Al contrario
de lo que se presupone, alguien no tiene más éxito por tener más apoyos.
Sencillo es mostrar sonrisas por doquier y demostrar una hipocresía propia de
los ángeles. Frank Sinatra decía que para tener éxito hay que tener amigos;
pero para tener mucho éxito hay que tener enemigos. Un compañero con gafas de
sol para interiores transcribe con la ayuda de Michael Crichton: “si cuando hablas nadie se molesta,
eso es que no has dicho absolutamente nada”.
Risto Mejide, es el
portador de esas lentes de las que hablaba. El
20 de Noviembre salió a la venta #Annoyomics,
el arte de molestar para ganar dinero, el cuarto libro del director creativo
publicitario, colaborador televisivo y escritor, más conocido por su paso por
Telecinco. El libro es un mapa de marketing. Más allá de las opiniones que cada
uno tenga sobre el autor (debilidad muy común), #Annoyomics
refleja un tipo de
arte contemporáneo del que no se habla (al menos en público), el de molestar. “José Mourinho molesta,
Ryanair molesta, Michael Moore molesta, Lady Gaga molesta, Julian Assange
molesta, Benetton molesta, John Galliano molesta, Salman Rushdie molesta. Pero
es que el Renault Mégane, en su día, también molestó. Y Madonna y BMW y Apple e
incluso Jesucristo.”
En esa etapa a la que llaman educación, se dedican a limar
las rarezas que cada uno posee. Eliminan la forma de que seamos únicos, la
manera con la que podemos molestar para obtener beneficios, económicos para el
autor del libro. Pero, claro, ya dijeron
aquello de “no pienses en un elefante”.
Un gran artículo.
ResponderEliminarSe está cayendo en un grave error cuando la información y el entretenimiento pasa por incordiar y molestar al prójimo.Esa es la cultura de la guerra.
Abrazos y saludos afectuosos!
gracias.
ResponderEliminarSaludos