Agosto invierte su papel estacionario en un tren de
rebeldías. A la vez que las altas temperaturas irán bajando, como todo, la estructura
primate-costera seguirá estancada. Aquella cultura del litoral en la que los
`domingueros´ se apoderan del mar (o la mar, según Rafael Alberti) se creó para
ser perenne.
Se prevé que la moda verano-invierno continúe
abasteciéndose de un tráfico incontrolado con un cartel de `se vende´. Pretemporada
decorada con estampados sin ropa y diversos complementos deficitarios. No se
dan cuenta de que ya no nos quieren ni regalados.
Ludwig Boltzmann aún no ha descubierto cómo expresar
matemáticamente nuestra particular entropía. Se trata de un desbarajuste en el
comercio como premisas urgentes que concluye siempre con el argumento más fácil:
vivimos por encima de nuestras posibilidades.
Mercantilizamos todo lo que nos cae en las manos. Eso
sí. El futbol es siempre una gran fuente de transacciones, que se lo diga al
Málaga CF. Se rifan hasta `juguetes olímpicos´, aunque apagados, o no, por
horas.
Se venden, también, los derechos, en concreto los
subasta un tal ministro de justicia. La literatura franquista secuencia
decisiones prematuras. Recordar el aguardiente alemán en ayunas y demás
prácticas abortivas de la dictadura nos llevarán a Londres si Gallardón no se
recupera de su incoherencia.
Vender es la cuestión, cotizar por abortar o si no
pagar un precio demasiado alto por mantener a un niño con malformaciones; ya
que la sanidad, los derechos por dependencia y la educación también han subido
sus precios.
La cultura igualmente está en venta. Y a qué coste. Sólo
apta para nóminas `acrecentadas´. España es el único país en Europa que tendrá
el IVA en la cultura igualado al general. Se ve que les gusta el cine de
suspense. En breve, nos estrellaremos como Holanda.
También, compra y venta de deudas en un azul casi de
la realeza. Happy Three Friends desbanca
la magia de Harry Potter en su propio
cumpleaños. Somos una serie de animación para adultos con tendencia al humor
gore. Pero
estamos en un estado de derecho (no de derechas). O eso dicen. Esto no es el Bronx, que siguen, dicen, en tierra
firme. Se nos cae el lego. Lo destrozan.
Columna publicada en La Opinión de Málaga el jueves 2 de agosto de 2012
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