domingo, 13 de mayo de 2012

Imaginarium de añoranzas

Mecidas utopías de miradas


Por una vez
Y, sin que sirva de precedente,
En el inmenso desliz de los te quieros,
Te extraño.

Te extraño en las canciones,
En el ayer desvanecido,
En el imaginarium de mis versos sobre tus manos.

Te echo de menos sin conocerte,
Por el simple hecho de haber aprendido a ser
A través de ti.

Te añoro desde esta prisión de palabras;
Más allá de los latidos de los poemas.
Te añoro desde tus nanas,
Mecidas utopías de miradas.

Pero este infierno de lo desconocido,
Mas en lo propio,
De la cercanía en lo lejano,
Hace que se derribe la soledad
En mi poemario de imprecisiones.

Me gusta echarte de menos,
Anhelarte,
Extrañarte.
Adoro recordar lo que no pasó.
Prefiero, por siempre, perderme en tus letras.

Me hace feliz esa sensación,
La que recorre ahora mi cuerpo
Y ruboriza mis mejillas.
Ese literato perfecto,
Que eres en mí,
Me hace feliz.

Por eso,
Por una vez,
He aprendido a ser la princesa de tus cuentos
Y la vendedora de manzanas envenenadas de los míos.

Porque te extraño,
Al mantener rencor por imposible.
Exactamente como esa niña,
La nuestra,
Que trafica con plastilina de colores.
Dulce chiquilla risueña,
Ilusionada.

Sin conocerte. Por primera vez, te conozco.




                                                                                                      Para I.S por nuestro ejercicio de sinceridad

No hay comentarios:

Publicar un comentario