Escribir,
O describir,
Sobre costados románticos.
Quizá, perversamente equivocados
O adolescentes en maldad,
Minimalistas,
Simples,
Demasiado vacíos por aquello a lo que llaman pasión.
Cae la monotonía de la noche,
El sonido acurrucado de mi anochecer en ti.
Llueve la inocencia aprehendida derramando nostalgias:
Caricias sin infancias,
Mejillas sin besos…
Desemboca el tiempo en tus ojos,
Pupilas,
Timidez arrogante.
Besos raros por encontrar mi refugio en ti.
Sigue agobiando el desencuentro,
O el encuentro malherido,
El final que no supo empezar a serlo.
No supimos serlo,
No supe.
Ser, querer.
Cuesta tanto.
Terminar antes de comenzar, lo imposible.
De cobardes.
Pero, más aún, creerlo así.
Besos raros por querer sentir.
El tiempo:
Simplemente
un agregado aritmético de años discordantes,
La imaginación:
El instante en que se derrite ese abismo.
Por la dificultad de la inexperiencia
O la experiencia en lo dificultoso.
Besos raros para sobrevivir.
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