jueves, 9 de febrero de 2012

Orillas de vanidades invernales


¿Qué dirían tus manos, caricias heladas, si no pudieran rozar el vaho de mis labios?
Tersos los sentimientos acorralados por el invernal suspiro aprensivo.

Y el calor del frío cuando es tan cruel que escuece. Y el gélido recuerdo.

¿Qué dirían? Si se le escapan entre los dedos los restos de falsa valentía de la que te enorgulleces.

¿Por qué no nos abrigarnos con tu manta?

Esa que de pequeña acrecienta el calor. Ascienden mercurios tímidos por conveniencia.

Esa cuyo color es el de nuestra piel, orillas de vanidades con el pálido de un invierno exasperante.

Esa, la misma, que tapaba aquel momento. Sutil alevosía.

¿Por qué no?
Si hasta la brisa del mar arde en el desnudo fulgor de preliminares entre poemas.

¿Por qué? Incautos los ojos y el decoro perdido.

¿Qué dirían tus manos?

2 comentarios:

  1. Si señor ! Amo cuando una mujer , puedo escribir versos tan llenos de sentiminetos, experiencias... haciendo ver a traves de ellos que todos somos igual .

    saludos y cuidate mucho , manu .

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