Los recuerdos a veces no son como queremos que sean,
no son felices, alegres... como nosotros, los adolescentes, jóvenes y personas
de mediana edad, tenemos entendido.
Las anécdotas y vivencias por las que pasaron nuestros abuelos o incluso padres nos trasladan a un mundo en el que la infancia carece de peluches, juegos con los amigos del barrio, sonrisas en el parque..
La
Guerra Civil no solo es un hecho puntual que estudiamos en Historia, es
un acontecimiento que, aunque parece muy lejano, está muy cerca de nosotros y,
familiares y personas de nuestro entorno que lo vivieron lo mantienen muy vivo
en su recuerdo.
Una vez más, podemos ejemplificar una de las muchas atrocidades
que tienen lugar en este mundo que estamos creando, pero a la vez destruimos
nosotros mismos; que construimos juntos pero al mismo tiempo nos creemos
con el derecho de poder gobernarlo y gobernar a los que se encuentran
en él; que permite hacer justicia y tomarnos la justicia por nuestra mano.
Los recuerdos son algo que no se puede borrar, como un
gran almacén de datos, vivencias y emociones que algún día experimentamos y se
aferraron a nosotros.
En la memoria de todos aquellos que sufrieron algún daño, vejación
o vulneración de los derechos. En alabanza y apoyo a todos aquellos que
recuerdan esos momentos y se los transmiten a sus nietos como un cuento antes
de dormir. A todos los que ya no están con nosotros, pero siempre estarán en
nuestra memoria. Y, sobre todo, a los que dirigieron las grandes catástrofes de
la historia, ya sea la Guerra Civil o cualquier otro hecho histórico parecido,
porque no podían controlar sus vidas y lo intentaron con las de los demás,
posicionándose con gran preferencia entre los asesinos de la dignidad humana,
la decepción del hombre. A todos los que recuerdan y son recordados. A todos.
Los hechos acontecidos en la guerra civil son el cáncer de la sociedad actual, más centrada en exaltar los acontecimientos ocurridos "Ayer", que los problemas crecientes del "Hoy".
ResponderEliminarJóvenes defensores a ultranza de regímenes, los cuales la gran mayoría solo ha vivido durante sus lecturas de libros de Historia,adoctrinamiento político por parte de padres o abuelos (republicanos o nacionales) resentidos que se ceban en las débiles y moldeables mentes de sus vástagos...
En conclusión, aquí en España, se está más preocupado en la defensa irracional de ideas obsoletas y de regímenes anticonstitucionales que en la solvencia de los problemas actuales.
Guerra Civil, Guerras Carlistas, La Peste Negra... en todas muerieron personas, aunque no haré un drama del Ayer, sino uno de Mañana.
La verdad es que tienes toda la razón, hay que centrarse en el presente, en los problemas que existen hoy. Pero, aún así, fuera de catástrofes como la de Japón, después de haber visto el documental de Fernando Arcas, necesitaba plasmar algunas palabras de rememoramiento hacia esa época, hacia las personas que lo vivieron.
ResponderEliminarAhora también tenemos nuestros conflictos, pero centrándonos en España, desde la época del franquismo, vivimos sin problemas propiamente dichos. Nuestra infancia y la infancia de nuestros abuelos y algunos de nuestros padres esto talmente dispar. La dictadura es el recuerdo más cercano que tenemos en España de una verdadera privacidad de derechos.
Sobre temas como estos es mejor dejarlos en un simple mal sueño, porque como comiences a analizarlos…La impotencia se queda corta para describir las nuevas generaciones de niñatos, en las que incluyo la nuestra, que se quejan por todo y solo saben pedir y pedir. Y, desviándome un poco del tema en cuestión, deberíamos de tener en cuenta que vivimos muy bien para rechistar.
El documental me recuerda a las historias que cuenta mi padre de su infancia y, después de todo lo que cuenta es imposible decirle que no a algo o pedirle algo más. Solo se le puede dar las gracias, en mi caso en particular, por haber criado a sus hijos como lo ha hecho, haber trabajado para que nosotros tengamos una infancia distinta a la suya, una carrera… Basado en opiniones y vivencias personales, cada uno que lo aplique como quiera. Ahí, entra ese mañana del que hablas, por el que hay que luchar para que sea diferente del pasado, por el que muchos pelearon para salir de él y como recompensa nosotros debemos cultivar.