Poco a poco vas aclarando tu mente, vas despejando la niebla que
cubría tu alma, que confundía tus expectativas. Como un niño al que antes de
nacer un ángel olvidó rozar sus labios para encofrar esos recuerdos.
El tiempo pasa y un día descubres que
sabes lo que quieres hacer, comprendes las pequeñas cosas que antes nublaban tu
mente y confundían tus fluidos pensamientos.
Descubres lo simple que es la vida
en un mundo que la gente hace complejo, descubres lo que te hace feliz, lo que
te hace reír y hace de tu vida un paraíso fantástico en el que vuelan
sentimientos y mariposas al mismo tiempo.
Te das cuenta de que existen infinidad
de formas de querer e innumerables personas a las que hacerlo. Que la
inspiración hizo de una necesidad un sentimiento tranquilizador de serenidad y
paz interior.
Desde aquí, un nuevo comienzo,
insignificante pero satisfactorio, esperanzador para aquel que sepa apreciarlo
y se abrace fuertemente a él, pues, aunque no para siempre, estará esperándote…
en el índice de ``SIN PROTAGONISTA´´, proximamente...
ResponderEliminar